Las Tres Grandes Religiones

Las Tres Grandes Religiones Back
Las Tres Grandes Religiones

Las tres principales religiones del mundo, el islam, el cristianismo y el judaísmo, son confesiones monoteístas que rinden culto a un solo Dios.

Las tres tradiciones tienen en común la creencia en los profetas, la revelación divina y la vida después de la muerte. Se centran en los derechos morales, las responsabilidades y un estilo de vida centrado en la fe. A menudo se las denomina religiones abrahámicas, ya que el profeta Abraham es considerado el padre de los profetas.

El Corán honra a los judíos y cristianos con un reconocimiento especial como «ahl-ul kitab» o «la Gente del Libro» y asevera la relación especial entre musulmanes, judíos y cristianos, un vínculo compartido y sagrado como receptores de la palabra de Dios.
 

Cada fe hace hincapié en su alianza con Dios, a través de Moisés en el judaísmo, Jesús en el cristianismo y Muhammad en el islam. El islam es una continuación y una renovación del judaísmo y el cristianismo, y anima a la humanidad a unirse para encontrar el terreno común.

Los musulmanes expresan su amor y respeto por todos los profetas mencionados en las escrituras judías y cristianas, que también se mencionan en el Corán. Los musulmanes creen en Moisés y Jesús, pero no creen que Jesús fuera el hijo de Dios. Los musulmanes creen que Jesús fue un profeta nacido en un parto milagroso de María. El Corán menciona a María con más frecuencia que la Biblia, y menciona la historia de Moisés más que la de cualquier otro profeta, lo que demuestra la alta consideración que las figuras judeocristianas tienen en el islam.

El Profeta Muhammad aconsejó a los primeros musulmanes que trataran a todo el mundo con respeto, fuera cual fuera su fe u origen. 

Estableció un modelo de pluralismo en el siglo VII conocido como la Carta de Medina, un acuerdo con los judíos y paganos de la ciudad árabe de Medina que garantizaba la seguridad, la protección de los derechos y el respeto a las diferentes creencias. Se refería a los habitantes judíos, paganos y musulmanes de Medina como pertenecientes a «una sola comunidad». Cuando más tarde llegó a la ciudad un grupo de cristianos, el Profeta Muhammad dispuso que se alojaran en la mezquita, donde celebraban sus propios servicios religiosos.  

Incluso en su lecho de muerte, el Profeta alentó la protección de las religiones abrahámicas, declarando:  «Os confío a la Gente del Libro, a los cristianos y a los judíos». 

Más vídeos como éste